Manifestación en repudio del crimen de Marisel Luis

marisell-luisUnas 300 personas estuvieron en la explanada de la Intendencia de Montevideo para protestar contra el asesinato y contra el fallo de la Justicia, que declaró inimputable al homicida.

Ex compañeros de trabajo de Marisel del Centro Cooperativista Uruguayo, además de representantes de la Asociación de Asistentes Sociales y del colectivo Mujeres de Negro se están manifestando en la explanada de la Intendencia en rechazo por el crimen de la joven en el pueblo Goñi.

En total son unas 300 personas las que se manifiestan allí en rechazo además del fallo de la Justicia, que consideró inimputable a A.G, de 47 años, quien fue enviado al Hospital Vilardebó con medidas de seguridad. El ex ministro de Salud Pública Jorge Venegas participó de la manifestación.

Además, desde las 19 horas se realiza en Florida otra marcha de repudio al fallo judicial por el asesinato de Marisel Luis. El encuentro será en Plaza Artigas y es convocado por familiares y amigos de la joven asistente social oriunda de Pueblo Goñi.

El Ministerio del Interior y la Justicia investigan si hubo omisión de la Policía de Florida ya que en julio de 2012 la víctima se presentó a la Jefatura con pruebas del acoso que sufría por parte de A.G

El gremio de asistentes sociales -colegas de Marisel- y organizaciones contra la violencia de género se preguntaron públicamente si la Policía no consideró el trámite como una denuncia formal.

UN DELIRIO PASIONAL. “Un delirio pasional, y de reivindicación erotomaníaco”, “una ilusión delirante de ser amado”. Estos dos conceptos decidieron a la jueza María Fernanda Morales a declarar inimputable a AG, el tambero que asesinó a la joven Marisel Luis en un baile en Pueblo Goñi el sábado último.

La magistrada Morales escribió en la sentencia: “no era capaz de percibir la ilicitud de sus actos”.

También describió su situación: “En su imaginación, el indagado de alguna forma sentía que la víctima le había correspondido. Se sentía con derechos sobre la misma, y no pudo soportar el rechazo, y verla acompañada por otro hombre”.

Este ponerse en el lugar del asesino no cayó bien en la familia de la víctima, que se propone apelar el fallo. Para leer el texto completo haga click aquí.

«ME LLEVA». “Me lleva, me lleva”, gritó Marisel Luis Garmendia. El asesino A.G la tomó del brazo cuando ella y su novio estaban parados en el medio de la pista. El novio atinó a interponerse pero la detonación silenció al baile benéfico que estaba ocurriendo en pueblo Goñi, una modesta localidad rural situada 20 kilómetros al sur de Durazno.

Marisel, de 31 años, cayó herida en la cabeza por el balazo. Nadie entendió nada porque entre Marisel y su atacante no había ninguna relación personal. El tumulto que se armó terminó con la detención del agresor.

Se trata de un hombre de 47 años que trabajaba en un tambo. Según sus conocidos, es un hombre solitario y taciturno. Estaba en trámites de divorcio y su vida trascurría entre las vacas y la visita de sus tres hijos los fines de semana. Esa noche decidió ir al baile para ver a Marisel, la asistente social con la que estaba obsesionado.

Desde hacía meses le mandaba mensajes de texto invitándola a salir. Ella no los contestaba. Preocupada por la insistencia, llegó a quejarse ante la Policía, aunque no hizo la denuncia formal. Este episodio ocurrió en julio de 2012. Después, los mensajes de texto se espaciaron en el tiempo hasta desaparecer casi por completo.

Nadie podía pensar que A.G iba a llegar a semejante extremo. Marisel había sido clara en su silencio. El hombre parecía haber abandonado la fijación.

EL CENSO. La única vez que estuvo cerca de ella fue pura casualidad. Ella lo había tenido que censarlo. Según contó al juez, quedó “prendado” de la mujer y fue tejiendo adentro de sí una historia que no se correspondía con los hechos.

La joven trabajaba para el Centro Cooperativista Uruguayo y para el Centro de Participación Popular, en proyectos del Ministerio de Desarrollo Social. Últimamente estaba radicada en Durazno y su labor se cumplía en Pueblo Centenario, donde coordinaba emprendimientos.

El hecho ocurrió a las 3.15 horas. Marisel fue enviada a la mutualista Camedur de Durazno. El domingo fue derivada a una mutualista de Montevideo, donde murió.

Los conocidos del agresor indican que no estaba borracho y que no tomaba drogas. Vivía solo en Puntas de Maciel. Los hechos indican que afrontaba sus obligaciones cotidianas sin problemas. La pericia psiquiátrica indica que era un hombre fuera de la realidad. Sin embargo, hay dudas en la familia de la víctima sobre su presunta locura y sobre la responsabilidad penal sobre sus actos. Por el momento no irá a la cárcel.

 

Publicado el 9 de May de 2013 en Uruguay. Añade a favoritos el enlace permanente. Deja un comentario.

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